Prueba con squash. El consejo de nuestra compañera Jana Echave.

Inauguramos otra nueva sección con la «alegría» del squash cántabro, una chica que comenzó hace muy poco tiempo en esto del squash y ya está enganchada 😛

«No te vuelvas loco. Si tienes la más mínima duda, prueba con squash«.

Hace un par de años necesitaba desconectar del trabajo, del ruido de la ciudad, incluso de las típicas personas que consiguen arruinar tu día.
Empecé a jugar en mi antigua universidad. Allí daban clases por las tardes. La primera sensación al entrar es, “¡que demonios! Si esto parecía fácil, consiste en dar a la bola… no?”

Pues no. A veces fácil, a veces no. A veces “sale solo”, a veces repites y repites y “no funciona”. Lo que si vas a aprender es a concentrarte cada vez más. Literalmente solo estar pendiente de la bola. Esas dichosas bolas que no sabes ni cómo van a botar.

Llega un día en que sales de trabajar, es más, te despiertas sabiendo que luego irás a jugar. Y ya el humor cambia. Preparas la ropa, toqueteas la raqueta, rellenas la botella… el día ha cambiado.
Sabes que sea como sea, tu día acabará viendo a compañeros que te van a alegrar el día y a liberar energía. Acabas sudado, rendido, te tiemblan las piernas, te duele todo.

Tu cansancio ha superado a tu estrés. Ya eres libre otra vez. Reset y empiezas con la mente libre al día siguiente.

Enhorabuena, ya te has convertido en un adicto más.

Jana